EL PROCEDIMIENTO

La reducción consiste en remover el exceso de tejido glandular y de piel del busto, reposicionando el pezón y la areola (la piel rosada que rodea el pezón) y moldear y fijar el tejido glandular.

La cirugía dura pocas horas, aunque la duración de la cirugía varía en función del caso del paciente.

En el momento en que se realice la cirugía de reducción mamaria, probablemente el médico coloque drenajes en las mamas para evitar la acumulación de líquido en la zona y para propiciar una cicatrización más rápida. Después de la cirugía el médico envolverá la zona del pecho con vendas estériles, después de dos días se reemplazarán por un sostén quirúrgico.

RECOMENDACIONES

Se recomienda suspender el ejercicio en exceso y abstenerse de cargar mucho peso por algunas semanas después de la cirugía.

RESULTADOS

Después de la operación el busto deberá ser protegido por un sostén especial post-quirúrgico.  Es un brasier de soporte que deberá portarse por varias semanas para ayudar a recuperarse.  Es posible que se pierda la sensibilidad en el pezón y de la piel del busto, pero esta se ira recuperando gradualmente.  

Los cirujanos plásticos sostienen que los pacientes que se someten a una reducción mamaria se encuentran entre los pacientes de cirugía plástica más satisfechos.

RIESGOS

Infección, sangrado y necrosis de complejo en pezón y de la piel.
Dependiendo del tamaño, flacidez de la mama y de las expectativas de la paciente, si es una gigantomastia y afecta a la salud de la paciente la única solución es la reducción de la mama, para esto será necesario realizar un ultrasonido y una mamografía antes de la cirugía.